domingo, 8 de febrero de 2009

CAMPAÑA MANOS UNIDAS

Anoche estuve en una cena solidaria con motivo de la campaña de Manos Unidas. LLevan 50 años intentando que, cada año, más y más gente puedan vivir un poco mejor en este mundo. Que no mueran de hambre ante nuestra impasibilidad, la del primer mundo.
De todas formas no pretendo contar la campaña. Está en la red. Me gustaría más reflejar el sentimiento que me produjo la conferenciante, una doctora que ha trabajado en Ruanda y Congo durante años, por su espíritu cristiano y colaborando con Medicos Mundi.
Estuvo fabuloso, pero sobre todo, una idea me impresionó. "Ante este panorama te dan ganas de llorar, pero eso no soluciona nada. Lo que soluciona es el compromiso". Y otra: "Ellos no comían mas que en días alternos. ¿Qué podía hacer yo? ¿No comer tampoco? Solo hubiera servido para ponerme enferma y que me trajeran a España a restablecerme".
Después de la charla, un pedazo de pan y una manzana, que apenas entraba por el nudo en la garganta que se te queda después de estas cosas.
Ha habido muchas campañas, y todas impactantes. Sólo doy gracias a Dios porque me sigue porduciendo el nudo en la garganta.
¡Señor, no me hagas tan insensible que oiga estos testimonios y me deje de producir el nudo en la garganta!