miércoles, 12 de agosto de 2009

Después de haber leído que Dan Simmons era casi mejor autor de terror que de ciencia ficción, y después de la saga de Hiperyon, he querido comprobarlo con este libro. Son las aventuras de una pandilla de 5 muchachos en verano, que se ve envuelta en una trama de misterio relacionada con una vieja campaña maldita de los Borgia, en su vieja escuela que cierra ese año. Presentada así, y siendo americano, ya se espera un final feliz, después de múltiples aventuras, y de hecho es así, pero no sin antes por el camino perderse varios personajes, y a mitad de libro uno de los principales: el niño que lleva la historia y descubre los secretos de la campana.
El miedo, que aun no siendo tal, está muy conseguido, empieza a mitad de libro y va, sino creciendo, sí haciéndose más psicológico. Como no he leído otros no se si recurren todos a los mismos tópicos. En este caso eran los de los muertos que vuelven de la tumba, malditos, y por tanto, aterran aún más al no poder matar a los muertos. Como al final los muertos los controla la campana, al quemar el colegio se acaban felizmente las aventuras. Las escenas del protagonista en la máquina trituradora, la del soldado vomitando gusanos sobre el sacerdote y la del muerto flotante en el desván inundado las más llamativas. Merecen la pena las 600 páginas de terror y tensión.

LOS BUFONES DE DIOS de Morris West

El placer de leer a este autor intimista que retrata tan bien a los personajes, pero desde su interior, es una de los placeres veraniegos más revitalizantes. Como me he dado cuenta que no relato de qué van los libros, resumo que se trata de las vivencias de un papa que le obligan a dejar de serlo porque su visión de la segunda venida del salvador, en plan apocalíptico, es contraproducente para la Iglesia. La trama es típica de West, pero el desarrollo no. Aparece una serie inmensa de personajes que se desarrollan, primero alrededor de su gran amigo ex jesuita, que tiene como misión ver si lo que dice tiene sentido, y donde el propio expapa aparece poco, y luego, cuando toma el papel principal, se rodea de otro coro de personajes con muchos matices, creyentes y no creyentes, pero que acaban formando esos “bufones de Dios”, que son los más queridos por el mismo y los que harán posible una verdadera Iglesia tras la catástrofe atómica que se avecina.
Lo más importante es la sensación que transmite de reencuentro, de volver a la fe primitiva, la de las personas y los pequeños favores, que en mí me han llevado a parar de leer y de plantearme si soy capaz de esos pequeños pero maravillosos esfuerzos porque la llegada del Reino de Dios entre nosotros no sea una parusía importante, sino una realidad revitalizante que te hace salir de ti mismo para el encuentro con el otro. Es un libro que ilumina y te hace querer ser mejor persona y mejor cristiano. ¿Qué más se puede pedir para unos días veraniegos en la playa?

sábado, 1 de agosto de 2009

El ASCENSO DE ENDYMION de Dan Simmons

Y por fin se acabó la serie... ¡qué pena!
Los últimos días no puedes parar, pero tampoco puedes acabar. Esa sensación de todos los veranos, (de solo los veranos) es la que me hacen, verdaderamente, sentir las vacaciones.
Ha sido un digno colofón, aunque en ocasiones me gustó más el anterior, y mucho más el primero de la serie, pero el final esta muy bien. La filosofía de la obra, lo que El Vacío que Vincula con una fuerza que en realidad es el amor esta bien. Es original, al menos. Que los malos de la película sea Pax, los "curas" te da la sensación agridulce de las viejas películas de piratas, donde los enemigos eran los españoles, pero al final te haces. Te fijas en los personajes, como el capitán padre De Soya, que es un cristiano auténtico y convencido, más allá de los que prediquen las jerarquías, y eso te reconforta. Vamos, como en la vida real, más o menos.
Ahora empiezan las vacaciones de verdad, esta semana sin Ángel, que está de campamento. No obstante, me quedo con el recuerdo de ese Alcaudón, del que le cuento cosas y hace volar su imaginación con sus aventuras, y esa partida de Heroscape que hicimos ayer, antes de su marcha, en la que participó hasta Antonio. Juego de personajes a cuatro manos que marca los grandes momentos como padre. Para guardar en aquellos momentos de prisas o malentendidos en los que no podamos comunicarnos ni sentirnos como corresponde a nuestro compromiso.