jueves, 23 de diciembre de 2010

¡FELIZ NAVIDAD Y PRÓSPERO 2011!


El blog está muerto. No encuentro tiempo de actualizar nada. Pero en estos tiempos navideños, aún queda tiempo de dejar constancia de la felicidad del momento y de los buenos deseos para el nuevo año. Por eso cuelgo aquí la felicitación de navidad, donde se ven los tres peques vestidos para el belén viviente, a saber: Antonio de angelito, Lucía de pastora y Ángel de soldado de Herodes. El pastor es el que ha tenido que hacer Lucía para el belén de su clase.

¡Feliz navidad!

jueves, 24 de diciembre de 2009

¡FELIZ NAVIDAD!

Uf, por fin tiempo para descansar, para compartir, para vivir la alegría del encuentro con personas queridas y que nos quieren. Qué alegría, no a la fuerza, sino motivada por los buenos deseos, los villancicos, los regalos, las comidas con familia y amigos,... Sólo sobran los regalos, tantos regalos,... ¿para qué? Este año hemos tenido en casa 8 amigos invisibles y la comida de tarro de regalar algo bonito y que se ajuste al precio, lo cual es imposible. Aparte, una llamada de atención. Aquilino en su parroquia necesita estufas y una cocina. Por lo menos uno de los regalos que voy a pedir me hará la ilusión de que no solo me aprovecha a mí. Voy a pedir una estufa y la nuestra la vamos a dar a La Coma, no tengo ni idea de a quién, pero me hace mucha ilusión. ¡Feliz Navidad!

sábado, 7 de noviembre de 2009

¿TODO ES QUÍMICA?

¿Cómo puede un profesor de Química rehuir de esa máxima que hace tan importante su trabajo de cara a él mismo y a los alumnos? ¿Acaso mi blog no tiene el nombre de una sustancia química?

Pero me hubiera gustado mucho más que la razón, la constancia, la fe, la familia, los amigos, ... todas aquellas cosas no contables, no físicas, fueran capaces de superar a la química o a la biología e hicieran más normal la situación. Pero no es así, y supongo que hace falta madurez para reconocerlo. Lo reconozco. No soy capaz de llevar una vida "normal" sin la pastillita, sin la química. El primer paso es el reconocimiento. "Me llamo Juan y soy alcohólico". Pues yo lo mismo. Me llamo Antonio y no soy capaz de llevar un ritmo de vida normal sin volver a las pastillitas milagrosas. Me van a dar tranquilidad por las mañanas, paciencia en las clases, sonrisa en la cara, ... y si todo son ventajas, ¿porqué me siento absolutamente fracasado como persona, como padre, como profesional, como cristiano,...?

jueves, 29 de octubre de 2009

LAS MAÑANAS DE OCTUBRE


¡Qué calor! Poca ropa disponible en el armario, pues no es tiempo de tener lo de verano. Amaneces sudado de toda la noche con el edredón gordo. Si te destapas te costipas, si te quedas tapado, sudas.

Te levantas y al afeitarte empiezan las primeras dudas. Revisas el día. Pero ¿qué tiene este día que te pone nervioso? ¿Son las clases, la bajada de presión, los papeles que hay que entregar a tiempo? Realmente no es nada y todo a la vez. Son las mañanas, las mañanas otoñales. No se puede vivir así, con ansiedad por el día que no empieza, por no querer que pase el día, por desear que acabe ya. No se puede seguir así, pero la alternativa no me gusta. ¿Que acaso no soy yo capaz de mantenerme firme, de seguir entero? Pues la verdad es que no. No puedo. Sigo siendo efectivo, pero cabreado, intolerante, perdido. Me pierdo el día a día de mis hijos. ¡Qué pena!
¡Que llegue ya noviembre, o mejor diciembre! ¡Que no pase el tiempo o que pase rápido!

lunes, 12 de octubre de 2009

Cristian, Mirko y Teresa Forcades

Ya ves, tanto tiempo sin escribir y ahora se me amontona la faena. Lo voy a centrar en 3 personajes.

CRISTIAN. Lo recuerdo con su sonrisilla, si broma fácil, su facilidad para tomar el pelo a los profesores. Cristian no era uno más de la clase. Era el pegamento, el que hacía que todos se volcaran, el que dió a conocer lo que eran las dificultades, y la alegría que conlleva. Cristian ha estado enfermo desde que nació, pero todos nos cerrábamos a lo que ya sabíamos. Cristian se puso peor el curso pasado, pero siempre había esperanza. Cristian murió el pasado 1 de octubre. Todos le echamos de menos desde entonces. Cristian, si hay un cielo, como yo se que hay, seguro que estás tú. Si no estás tú, ya no sé quién puede estar. Desde allí, acuérdate de nosotros y danos fuerzas para soportar el día a día sin tí.
MIRKO: ¿cómo puede un crío de 15 años medir 1'95 y pesar más de 120 kg? ¿tal vez porque es alemán? Es el chico que tenemos acogido en el intercambio de la Escola Coral. Es un pedazo de pan y está dejando huella en nosotros. Es una maravilla tener gente acogida, ... aunque no te permita ni un momento de descanso.
TERESA FORCADES: es monja, doctora, científica,... y está convencida de que no nos tenemos que vacunar de la gripe A. Es de lo mejorcito que he oído últimamente. Lo tienes en el blog que sigo de "documentales naturaleza", y también en esta dirección: http://vimeo.com/6790193

lunes, 7 de septiembre de 2009

LA VUELTA A ¿LA NORMALIDAD?

Las vacaciones es tiempo de desconectar de todo, incluso de Internet. Por eso no he tenido oportunidad de seguir poniendo los libros que he ido leyendo. Han seguido siendo libros de ciencia ficción, como Deus Irae, de Phillip A. Dick, el autor de "Sueñan los androides con ovejas eléctricas". Es un libro raro, con una nueva religión en contraposición con el cristianismo, que te lleva a la reflexión, pero es realmente raro. Otro libro ha sido "Tropas del espacio", de Robert A. Heinlein, premio Hugo y bastante interesante, aunque se acuse de militarista y ultraderechista al autor. Es en la novela en la que se basa la película "Starship troopers", pero la verdad es que no se parece en nada a la película. Si todas las películas de ciencia ficción se parecen tan poco al original, mejor que n hagan ninguna más. Ahora estoy leyendo "La momia o Ramsés el maldito", de Anne Rice, la autora de "Entrevista con un vampiro" y me está gustando. Ese género de terror, aunque no te da "miedo" real, como las películas, es bueno y te agarra al libro, no permitiendo dejarlo.


Pero esta vez quería otra cosa que comentar libros, que comento casi para mí, que ya los he leído, y como diario de lecturas de verano. Quería reflexionar sobre si la normalidad es estar de vacaciones o metidos en la vorágine de cada día. Como maestro tengo muchas vacaciones, que además creo que sé aprovechar, sobre todo leyendo y conviviendo con la familia. No obstante, llega un momento que ya apetece volver al tajo. Empieza un nuevo curso, donde hay nuevos retos (tutor de 3º de ESO), nueva situación en la parroquia (cambio de cura), los tres críos en el cole (ya la locura) y donde "sobrevivir" se va a hacer complicado, pero las largas vacaciones hacen que tengas ya ganas de enfentrarte a esto. Luego, además, están las fiestas, pero eso ya es demasiado para el cuerpo, y se van a quedr ahí, de momento: participando poco, pero seleccionadito, como ese gran payaso al que fuimos ayer y nos hizo reir hasta las lágrimas.

Empiezo con ganas, veremos a ver hasta cuando.

miércoles, 12 de agosto de 2009

Después de haber leído que Dan Simmons era casi mejor autor de terror que de ciencia ficción, y después de la saga de Hiperyon, he querido comprobarlo con este libro. Son las aventuras de una pandilla de 5 muchachos en verano, que se ve envuelta en una trama de misterio relacionada con una vieja campaña maldita de los Borgia, en su vieja escuela que cierra ese año. Presentada así, y siendo americano, ya se espera un final feliz, después de múltiples aventuras, y de hecho es así, pero no sin antes por el camino perderse varios personajes, y a mitad de libro uno de los principales: el niño que lleva la historia y descubre los secretos de la campana.
El miedo, que aun no siendo tal, está muy conseguido, empieza a mitad de libro y va, sino creciendo, sí haciéndose más psicológico. Como no he leído otros no se si recurren todos a los mismos tópicos. En este caso eran los de los muertos que vuelven de la tumba, malditos, y por tanto, aterran aún más al no poder matar a los muertos. Como al final los muertos los controla la campana, al quemar el colegio se acaban felizmente las aventuras. Las escenas del protagonista en la máquina trituradora, la del soldado vomitando gusanos sobre el sacerdote y la del muerto flotante en el desván inundado las más llamativas. Merecen la pena las 600 páginas de terror y tensión.